Sumidero de Matasnos. Carrascosa de la Sierra (Cuenca)
La visita la realizamos un numeroso grupo de 15 compañeros el día 12 de julio de 2014 por la mañana y parte de la tarde. Había gente de Onda, La Pobla de Vallbona, Valencia, Vall d’Uxo, Paterna, Segorbe, Castellón, Morella y Ucrania.
Había hasta un niño que no entró en la cueva pero que dio un toque de inocencia a esta cuadrilla de buitres cueveros.
Naturalmente, tuvimos que acampar en un lugar adecuado y este fue el camping de Poyatos, que aunque estaba lejos de la cueva resultó adecuado, aunque hay otras opciones a considerar.
Para llegar a esta cavidad se puede acceder por dos vías diferentes y como está muy bien detallado en Internet con descripciones del CLUB VIANA, se remite a los interesados para su consulta.
Esta es una cavidad de unas características que la hacen especial. Es un sumidero activo de un largo barranco que recoge aguas pluviales de un área muy extensa, eso la hace potencialmente peligrosa en caso de lluvia súbita y torrencial en lugares lejanos de la misma
Para acceder a su boca hay que instalar una marmita previa que en caso de carga de agua se convierte en indispensable. También la boca tiene a mano izquierda dos pasamanos que nos desvían del pozo inicial de 23 metros fraccionado que nos deja en una amplia sala, muy húmeda. Algo más adelante nos encontramos con una barrera de troncos apilados contra las paredes y el techo dificultando su paso.
Un dato a tener en cuenta es que estos troncos, sobresaturados de agua y con varios tipos de hongos resbalan mucho, por lo que es conveniente ir con cuidado cuando se pisan. Por cierto, hay brotes verdes en lugares donde nunca ha entrado la luz del sol, ni de forma indirecta. Lo que no deja de ser sorprendente.
El meandro en el que nos adentramos en un conducto forzado que en caso de carga del barranco se transforma en una ratonera, donde se encuentran ramas y restos de arrastre a más de 10 metros de altura en la galería, lo que decir que esta galería sifona completamente en momentos puntuales con grandes volúmenes de agua circulando.
Los grandes troncos pronto desaparecen porque se han quedado empotrados en el estrecho meandro a diferentes alturas en los primeros 30 metros y los que nos encontramos nos sirven para no pisar agua poco profunda de las pozas.
Tras una pequeña sala de unos dos metros de diámetro sigue el meandro más estrecho, sinuoso y con aguas profundas que se puede subir a lo alto y evitar tanta acrobacia, aunque luego hay que bajar para continuar por un largo meandro que tiene instalados dos largos pasamanos que nos evitan aguas profundas y llegar a la cabecera de los pozos P-8, P-5 y P-20.
Estos pozos son cómodos de bajar y sin estrecheces. Destacando el trabajo de erosión mecánica de las aguas, con marmitas y aristas, perforaciones en las paredes y la roca lavada y pulida con pequeñas ollas con cantos rodados de todos los tamaños y algunos con una pigmentación de color oscuro.
En este punto se puede visitar una galería fósil de unos 200 metros que consiste en una galería de anchuras de cuatro a seis metros con el suelo formado por cantos rodados de todos los tamaños y finaliza de forma impenetrable.
También podemos seguir el curso irnos al curso activo que tras unos 600 nos conduce al sifón. Tiene una zona muy interesante de gours a la derecha hacia la mitad de la galería y algunas formaciones cenitoparietales algunas de unos 30 centímetros. Finaliza en un sifón y se supone que se convierten estas aguas hipogeas en epigeas en la Fuente de la Toba, aunque no hay pruebas de coloración de fluoresceína que lo confirmen.
En conclusión, una actividad muy satisfactoria y completa.
Autor: Jose Formentin Penadés